Clerks II cuenta la vida de Dante y Randal diez años después de Clerks, y a traves de ellos expone su visión de la crisis de los 30. La cinta trata básicamente de una de esas etapas de reflexión en la vida de una persona, donde uno se plantea si realmente controla su vida o por el contrario es como Vicente, que va donde va la gente. Toda esta historia se adereza además con problemas de relaciones propios de la edad de los protagonistas, quedando patentes en algunas escenas que se hacen excesivamente sentimentales, demasiado largas, en las que sobra el azúcar por todas partes, pero son necesarias para entender la película en su totalidad. Los golpes de humor típicos de la saga de Jersey, Dogma y Jay And Silent Bob Strikes Back continuan en esta entrega, así como las conversaciones centradas en la cultura del “frikismo”, y por supuesto siguen presentes grandes referencias y situaciones sexuales de un bizarrismo extremo.
La interpretación de los actores es sobresaliente, quizá no sean actores con una gran cantidad de registros, pero su papel lo hacen a la perfección, y son expresivos, de hecho, cualquiera de los actores que intervienen en esta película, muestran mas expresividad que Orlando Bloom en toda su carrera, y hay que tener en cuenta cuando digo esto que Ben Affleck interviene en la cinta. Un hecho curioso que se puede apreciar durante la película es que Brian O’Halloran parece que a veces imite a Mathew Perry, aquel actor que interpretaba a Chandler en Friends y que siempre que aparece en alguna producción realiza un calco de su papel en la serie incluso aunque se trate de la época colonial, aunque dado que tanto Friends como Clerks se estrenaron el mismo año es posible que la influencia sea mutua, el caso es que O’Halloran parece haberse contagiado de los defectos de Perry. Del resto del reparto cabe destacar especialmente a Jeff Anderson, que consigue que Randal sea incluso mas genial que en anteriores ocasiones, el gran hallazgo de Trevor Fehrman, quien interpreta a Elias, el único de los nuevos personajes que merece entrar en el hall of fame del universo de Kevin Smith, y el cameo de Jason Lee, cuyo papel representa el punto de inflexión necesario para la película y que vuelve a demostrar que sin este hombre Kevin Smith sentiría que le falta un órgano vital, no como el apéndice de Ben Affleck, que después de su intervención en Clerks II se puede extirpar sin mayor preocupación.
En resumidas cuentas, Clerks II es una buena película con golpes de humor desternillantes y se puede tomar como reflejo de la evolucion de una generacion, no obstante se nota cierto grado de ñoñez, antes ausente en los filmes de este autor, aunque supongo que seran debidos a que su paternidad le ha cambiado la vida y la forma de ver el mundo. Quien haya disfrutado de Clerks, Mallrats, Chasing Amy, Dogma y Jay and Silent Bob Strikes Back lo hará con esta también, quien espere ver una película para culturetas y que reflexione sobre porque se come arroz en la India mejor que se abstengan, no vaya a ser que alguna palabra soez le impida ver el trasfondo de una buena película que puede tirar para atrás por su estética a cierto tipo de publico. Por cierto, Jay y Bob siguen incombustibles y parece que tienen cuerda para rato, y para terminar apuntar que quien se fije en la ropa de Jay vera varios datos referenciales a otras entregas de la saga.