Las adaptaciones cinematográficas suelen ser controvertidas, da igual lo que adapten. Pueden versionar un libro, un musical, una obra de teatro, un videojuego o la última moda de Hollywood, las adaptaciones de cómics norteamericanos. Seis años han pasado desde que la película de X Men devolviese el lustre a este tipo de filmes que habían perdido brillo durante la década de los 90 gracias a cintas de, cuando menos, dudosa calidad, tales como Batman & Robin o Spawn, ambas claros ejemplos de como desperdiciar una licencia hasta extremos insospechados. Bryan Singer fue el director encargado de rescatar a los héroes de papel que habían perdido el rumbo desde tiempos del Batman de Burton. Éste director consiguió adapatar el universo Marvel dentro de una estética creible y hasta cierto punto realista, aunque ha sido criticado por su falta de fidelidad respecto al cómic, funcionaba como historia alternativa y sus dos películas de la saga poseían una calidad aceptable. La tercera parte de la saga llega de la mano Brett Ratner, y todo el trabajo anterior ha quedado completamente anulado.
La película carece completamente de emotividad, a pesar de que intenta buscarla con recursos fáciles y gastados, pero que no consiguen empatizar con el espectador. Entre otras cosas, tampoco ayuda a la dramatización de dichos momentos que los personajes cuenten cada uno con unas cuantas frases y no se profundice lo más mínimo en los nuevos, y en los ya conocidos no se vea evolución alguna, excepto en el caso de Jean Grey que lo consiguen mediante el abuso de efectos visuales. Otro motivo que impide que las escenas presuntuosamente emotivas no lo consiguen por el hecho de que las muertes de algunos personajes es del todo menos creíble, y aún en el caso de que lo fueran, Marvel ha demostrado a lo largo de los años que por muy muertos que parezcan sus personajes siempre acaban encontrando una excusa para resucitarlos, y tal como suceden en la película queda claro que la resurrección en alguna futura entrega es perfectamente posible.
No obstante el mayor error de la película es la cantidad de personajes que la integran, demasiados para profundizar siquiera en alguno. La aparición de muchos es testimonial, y personajes de pasadas ediciones desaparecen a las primeras de cambio de una forma lamentable. Cualquier persona que haya jugado al Marvel Super Heroes de CPS2 y luego al Marvel VS Capcom 2 de Naomi, se dará cuenta que el hecho de contar con un mayor número de personajes no ayuda en absoluto a desarrollar una historia coherente. Eso mismo ocurre en esta cinta, se limita a plantear un combate sin sentido en una batalla total donde lo único que parece importar es cuantos escombros vuelan a la vez, cuantos malos derrotan los buenos de un golpe y ver quien es el personaje que con menos diálogo más alerde de poder utiliza. En el pasado quedan los enfrentamientos entre rivales que tan buen resultado dieron en las anteriores, aqui solo hay un enfrentamiento de este tipo y viene planteado desde la segunda entrega.
En resumidas cuentas, es una película palomitera sin más, que si bien no llega a los niveles de mediocridad de otras adaptaciones no está a la altura de las anteriores entregas de la saga. Suerte habrá sin en próximas adaptaciones encontramos algo tan bueno como las dos primeras, pero visto lo visto, y el ending oculto, va a ser que no, va a ser que la Ley Univeral Marvel empieza a tomar forma en su universo cinematográfico.
En resumidas cuentas, es una película palomitera sin más, que si bien no llega a los niveles de mediocridad de otras adaptaciones no está a la altura de las anteriores entregas de la saga. Suerte habrá sin en próximas adaptaciones encontramos algo tan bueno como las dos primeras, pero visto lo visto, y el ending oculto, va a ser que no, va a ser que la Ley Univeral Marvel empieza a tomar forma en su universo cinematográfico.
1 comentario:
Pues sí, opino lo mismo, fue una lástima que "terminara" así la saga.
El colmo es que hay personas a las que les gusta el trade-off de efectos en lugar de historia.
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