Han pasado ya cinco años desde que SNK murió. Cinco años desde que muchos nos quedamos desalados y con la cara partida y temblando ante el incierto futuro de las sagas que muchos seguíamos. Ya antes de morir SNK delegó responsabilidades en algunos títulos, pero quedaba por llegar la supuesta estabilidad. Llegó Playmore y compró los derechos de todas las sagas, liderada por antiguos miembros de SNK. Todo parecía solucionado, pero por desgracia solo lo perecía. La pobre placa NeoGeo siguió en activo hasta 2004 y acogiendo juegos de irregular calidad pero que quedaban muy lejos de los que producía SNK en los buenos tiempos, ninguno contentó a todo el mundo. A día de hoy la situación no parece haber mejorado. De hecho de SNK lo único que parece quedar es el nombre antes de Playmore.
Toda persona que siga de vez en cuando la información de SNK Playmore sabe que estos parecen creer que solo existen tres sagas, KOF, Metal Slug y Samurai Showdown. NeoGeo Battle Coliseum parecía que supondría un cambio, pero se ha quedado solo en un SVC2 sin personajes de Capcom. Del resto de sagas solo se acuerdan para sacar recopilatorios para PS2, que para colmo son ROMs modificadas con emulador incluido, ver para creer. Tambien sacan juegos en abundancia para móviles, pero por supuesto todos basados en las únicas tres sagas que explotan. Si repasamos los últimos lanzamientos de juegos no veremos nada nuevo, y de los anunciados a día de hoy solo hay uno que se salga un poco de la tónica y aún así es una nueva entrega del clásico de NeoGeo Pocket SVC Card Clash Of Fighter, no obstante se agradece que recuperen tan buen concepto.
Lo cierto y lo real es que desde que SNK Playmore tomó el mando ha tenido grandes problemas para editar juegos en Estados Unidos según que plataformas, por suerte en Europa no ha sido así. El hecho de que la mayoría de los juegos de SNK Playmore presenten un aspecto gráfico indignos de publicarse hoy día, con animaciones por debajo de algunos juegos de NeoGeo y sprites reciclados desde 1996. Después de ver juegos como Guilty Gear o Street Fighter 3 uno se pregunta como disponiendo de una Atomiswave para programar no utilizan su potencial para crear algo que supere gráficamente a todo lo visto antes, esto tiene una clara respuesta; vagancia. SNK Playmore debe pensar que saquen lo que saquen la gente seguirá jugando a sus juegos y seguirán sacando beneficios pase lo que pase, lo que hasta cierto punto es lógico teniendo en cuenta la cantidad de trabajo que se ahorran cada vez que hacen un juego al tener más de la mitad ya hecho.
Especialmente preocupante son las últimas declaraciones de Ben Herman, presidente de SNK Playmore USA, de las que se entiende que su interés en programar para Wii no se debe al potencial innovador de su control, si no a que la consola de Nintendo no hará uso del poco extendido hasta ahora formato de HD, o Alta Definición. Al no hacer uso de esta tecnología pueden seguir sacando los ports cutres que sacan en Japón en PS2 y venderlos en territorio estado unidense a priori sin problemas. De una compañía que hace este tipo de declaraciones no se puede esperar nada bueno, sobre todo viendo los últimos precedentes.
El último juego que han lanzado al mercado doméstico ha sido KOF Maximum Impact 2, secuela del salto tridimensional de la saga. El juego es bueno, de hecho para estar hecho por SNK Playmore el acabado es muy bueno, pero tecnológicamente esta lejos de sacar el máximo provecho posible a la consola sobre la que funciona. Los modelados de personajes y las animaciones son correctos, los efectos de luz también, los escenarios no están mal, pero están lejos de impresionar. El tema sonoro tampoco anda mal, aunque las voces regrabradas suenan raras a veces. Jugablemente es bastante bueno, aunque el plantel de personajes es discutible. Si bien la plantilla inicial está bastante bien, el diseño de personajes nuevos es, siendo benévolos, discutible. Falcoon se ha dedicado a diseñar una serie de personajes ñoños, a llenar el juego de niñas chillonas y lolitas góticas que pueden gustar más o menos, pero lo único cierto es que no casan con el diseño de los personajes clásicos de SNK, que les dan un auténtico baño. De hecho, incluso los personajes diseñados en la anterior edición parecen joyas al lado de los nuevos. Los trajes suplentes también dejan bastante que desear, excepto alguno como el de Billy. También han seguido el concepto Tekken de personajes ocultos, es decir, coger un personaje principal, cambiarle un poco la malla y las texturas, cambiarle 2 movimientos y presentarlo como otro distinto, veáse el caso de Lilly Kane o Richard Mayer. En resumen, quizá sea lo mejor que ha sacado SNK Playmore, al menos no lleva reciclaje, y explota un campo de juego bastante dejado de lado como los juegos de lucha de 2.5D
The King Of Fighters XI pinta excelente, a pesar de que siga reciclando hasta la extenuación. No se ha podido probar todavía por estos lares y habrá que recurrir en junio a la importación para ver si perfecciona el buen planteamiento de KOF2003. No obstante este es otro juego que ha perdido la oportunidad de dar un golpe en la mesa, técnicamente hablando, y sigue estando a medio gas y desaprovechando el potencial de Atomiswave.
Samurai Showdown Tekaichi Kenkyuden sería el Dreammatch perfecto de la saga, incluyendo 6 grooves distinto que disparan las posibilidades jugables a dobles. Por desgracia el reciclaje en este juego llega a puntos alarmantes dejando patente que solo son capaces de hacer unos cuantos personajes nuevos por juegos, y los que rescatan los hacen tal cual o con un acabado demasiado parecido a sus predecesores que cuesta trabajo distinguirlos, como pasa con los personajes rescatados de Samurai Showdown 2. La música pasa desapercibida, y los escenarios a pesar de estar en alta resolución y estar sobrecargados pecan de una cutrez alarmantes, además de no perder completamente la ambientación, como enfrentarse a Charlotte en medio de África con unos nativos saltarines de 3 frames. El juego enganchará a los muy fans, que a pesar de todo quizá prefieran seguir con la segunda y cuarta parte, pues no es capaz de superarlos. Un juego para dobles del que solo sacarán partido aquellos capaces de aguantar el dolor de ojos que provoca y la falta total de originalidad.
NeoGeo Battle Coliseum es otra promesa que se ha quedado en eso, en una promesa, aunque por decirlo de una forma coloquial, al juego le falta un hervor. El planteamiento es bueno, la plantilla es buena, el apartado gráfico es muy aceptable teniendo en cuenta los destrozos que suelen hacer en SNK Playmore. Los personajes nuevos están bien realizados, los reciclados ligeramente retocados en el color, y hay muchos editados que casan perfectamente con todo el juego. Los escenarios son buenos en general, así como la música que los acompaña que posiblemente sea de lo mejor que han hecho desde tiempos de KOF99. A destacar el ending en el que culpan a la piratería de su desgracia, irónico resulta que no sean capaces de darse cuenta que aparte de eso su muerte se debió a su lamentable distribución y a su falta de innovación, aunque esto es más pronunciado desde que se llaman Playmore. Un juego bueno pero que a falta de secuela que lo mejore te deja una sensación agridulce, se nota demasiado que iba a ser la secuala del SVC Chaos al heredar muchos de sus errores.
En resumen, los últimos lanzamientos, excepto alguna excepción, no convencen, y los próximos anuncios y declaraciones hacen presagiar que todo es empeorable. Metal Slug en 3D es digno de salir en una Nintendo 64, la utilización comercial de ROMs para sus recopilatorios da vergüenza, y no hay a la vista nada parecido a un Fatal Fury, un Art Of Fighting, un Last Blade o tan siquiera algo con visión comercial fuera de Japón como podría ser un Baseball Star adaptado a los tiempos que corren. Si nadie lo remedia seguiremos esperando un Garou otros 7 años, porque alguien en SNK Playmore parece haberse olvidado de que representaba realmente SNK. The Future Is Now, rezaba su slogan durante gran parte de los 90, lo cierto es que El futuro es ayer desde que al auténtica SNK murió, y todo parece indicar que la tendencia del cangrejo no se dentendrá.